No se habla de Sexores, se disfruta. La voz distante, apagada, que cuenta historias llenas de emociones, sonidos que parecen venir de otro planeta, golpes fuertes del redoblante y maquinas inteligentes, magia metida en el pecho de dos quiteños.
Difícil de escuchar al ser complejas composiciones musicales pero fáciles de disfrutar al ser sonidos sinceros y bien producidos. Maceió es un canto nostálgico, encontrarnos y perdernos para siempre.
El Oyente Inmóvil